Diseñadores de moda revitalizan en Ecuador la vestimenta indigena y le dan un nuevo valor identitario y económico. El trabajo artesanal sigue siendo fundamental para confeccionar las prendas, que ya son productos de exportación.
El tejido dentro de las comunidades indígenas posee una relación entre el medio ambiente y las necesidades físicas y espirituales del ser humano. Las técnicas ancestrales abarcan desde nudos, amarres y uniones hasta entrelazados de fibras naturales, que interactúan en unidad con el trabajo hecho con las manos para dar origen al objeto tejido, que se entiende como la expresión material propia de cada cultura
Los hilos sueltos y las madejas se tiñen con sustancias de diversos colores (de origen natural) o se colorean los tejidos completos después de su confección. El proceso más usual para teñir las fibras es mezclar las semillas o la materia prima natural de donde se saca el pigmento (puede ser carbón, semillas de achiote, barro negro, diferentes tipos de tierra, azafrán, cúrcuma, etc.) con agua.
El pigmento en polvo se mezcla luego en una gran olla con agua hirviendo a la que se le agrega sal para que el pigmento se fije a la fibra; posteriormente se deja cocer en esta agua por una hora o dos, se saca y se deja secar. Luego las fibras o el tejido mismo se lavan hasta que el agua sale limpia y no destiñe más.
Existen técnicas de decoración como el bordado, en el cual con hilo de colores se crean patrones que dan un relieve a la tela. Usualmente el bordado se usa cuando el diseño es más figurativo, es decir en el caso de representar una deidad con muchos detalles y objetos típicos de la cultura, o para representar flores, animales y plantas.
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